Ayer fue 20 de marzo, el comienzo de la primavera en el
hemisferio norte, la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y
Turquía que expulsa a los refugiados que llegan a Europa a través de suelo
heleno directamente al país turco para ser devueltos a su punto de partida.
Migrantes que escapan de las guerras, refugiados que
intentan sobrevivir, personas que quieren respirar mientras el mundo les tapa
la boca.
También el 20
de marzo pero de 2003 comenzaba la Guerra de Irak o Segunda Guerra del Golfo.
EEUU acusaba a Irak de poseer armas de destrucción masiva que nunca llegaron a
comprobarse, de colaborar con el terrorismo y, en menor grado, de estar detrás
o ser cómplices de los Atentados del 11 de septiembre de 2001. Inestabilidad,
violencia y muertes innumerables siguen sin aclararse, ya que desde el 18 de
diciembre de 2011 en teoría la guerra ha acabado, aunque desde esa fecha a la
actualidad atrocidades en nombre de la rebeldía, el orden y el combate de la
insurgencia se siguen cometiendo.
Desempleo de
más del 50 % de la población, trauma psicológico en los supervivientes,
deserción de los niños de la actividad escolar, prostitución, esclavitud,
servicios públicos en escasez, enfermedades y asesinatos. No hay cifras que
representen el horror de una guerra que continúa llorando víctimas.
También el 20
de marzo pero de 2011, justo 5 años atrás, la quema de una sede del partido
gobernante y la represión de los responsables por las fuerzas del orden
iniciaron la Guerra Civil en Siria.
Enfrentamientos
civiles entre chiíes y suníes, entre un gobierno autoritario facción del
ejército sirio e “insurrectos” de la oposición contagiados por la Primavera
Árabe de países como Túnez, Egipto, Libia, entre otros, mezclados con los
yihadistas islámicos ISIS o Daesh; corrupción, sequía y dependencia; inflación,
desempleo y petróleo; una bomba de relojería ya estallada.
En 2015 ya se
contaron más de 220.000 muertos, 3.000.000 de refugiados y el 40 % de la
población devastada y en crisis. Esta sangría imparable de muerte e intereses
entretejidos ha convertido a esta guerra en una de las peores del Siglo XXI, incluyendo a distintos países
del mundo que tanto en el bando de turno como en el opositor sacan ventaja del
dolor de los demás.
Ayer se han
activado las expulsiones, se ha dado la espalda a parte de la humanidad que
sufre las consecuencias de guerras que van más allá de lo que está en sus
manos, se ha camuflado el interés de Turquía por pertenecer a una unión de
países europeos que no sé si es tan positivo ser parte.
Los pájaros migran para buscar comida, cobijo,
condiciones climatológicas favorables, en teoría las personas emigramos de
nuestros sitios de origen también detrás de una situación de mejora para
transformarnos en inmigrantes en el lugar que nos recibe, pero en el camino de
este proceso natural, morimos en el intento naufragando en la sinrazón, accidentados
por la falta de cordura de los responsables de las medidas, provocando crisis
de las que nadie quiere hacerse cargo.
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