Cuando uno crece se da cuenta que debe poner límites para que los demás respeten los espacios y los tiempos y no invadan terrenos que no les pertenece. Uno no puede vivir su vida en función de lo que los demás esperan de uno, sino en función de sus propias necesidades. Las respuestas que no se tienen ahora alguna vez llegarán si permanecemos en la búsqueda, pero nunca habrán existido si no nos hacemos preguntas.
Prefiero despertar a quedarme dormida, prefiero investigar a no saber, prefiero tener un no a un sí a medias, prefiero hacer lo que puedo a lo que debo, prefiero relajarme y disfrutar que estar exigiéndome, prefiero ser libre a sentirme atada, prefiero volar a caminar firme, prefiero callar si no tengo nada que decir.
Hay cosas que caen por su propio peso, que maduran y te hacen evolucionar. Tengo una amiga que dice que cuando da un paso adelante es porque ha pasado a la siguiente pantalla del juego, del juego de la vida. Yo creo que hay que aprender a elegir con calma y también con la responsabilidad de las consecuencias. Es necesario probarse todo el tiempo porque de esa manera nos conocemos y en la medida en que nos conozcamos podremos escoger con qué nos quedamos y qué desechamos.
Tengo otra amiga que dice que no se puede tenerlo todo en la vida pero ella me ha enseñado a sacarle el jugo a lo que tengo y eso es lo importante. Siento que si mis heridas se curan no tendré miedo a lastimarme nuevamente porque sé que todo pasa y todo queda, pero lo imprescindible es el presente.
Qué difícil es lograr la serenidad, aún sabiendo que no poseemos el control de todo, pero qué inmensamente necesaria.
Qué harán los secretos a la madrugada, se esconderán en los cajones para que no los encontremos. Qué harán las letras de las canciones por las noches, se guardarán entre los pliegues de los amantes, que harán los pétalos, qué hará esa silueta en esa pared de enfrente, qué hará Pedro, qué hará Sofía mientras yo estoy aquí pensando.
Prefiero despertar a quedarme dormida, prefiero investigar a no saber, prefiero tener un no a un sí a medias, prefiero hacer lo que puedo a lo que debo, prefiero relajarme y disfrutar que estar exigiéndome, prefiero ser libre a sentirme atada, prefiero volar a caminar firme, prefiero callar si no tengo nada que decir.
Hay cosas que caen por su propio peso, que maduran y te hacen evolucionar. Tengo una amiga que dice que cuando da un paso adelante es porque ha pasado a la siguiente pantalla del juego, del juego de la vida. Yo creo que hay que aprender a elegir con calma y también con la responsabilidad de las consecuencias. Es necesario probarse todo el tiempo porque de esa manera nos conocemos y en la medida en que nos conozcamos podremos escoger con qué nos quedamos y qué desechamos.
Tengo otra amiga que dice que no se puede tenerlo todo en la vida pero ella me ha enseñado a sacarle el jugo a lo que tengo y eso es lo importante. Siento que si mis heridas se curan no tendré miedo a lastimarme nuevamente porque sé que todo pasa y todo queda, pero lo imprescindible es el presente.
Qué difícil es lograr la serenidad, aún sabiendo que no poseemos el control de todo, pero qué inmensamente necesaria.
Qué harán los secretos a la madrugada, se esconderán en los cajones para que no los encontremos. Qué harán las letras de las canciones por las noches, se guardarán entre los pliegues de los amantes, que harán los pétalos, qué hará esa silueta en esa pared de enfrente, qué hará Pedro, qué hará Sofía mientras yo estoy aquí pensando.